Proscenic T22, análisis: esta freidora de aire se ha convertido en la pieza que faltaba en mi cocina

Si hay un electrodoméstico que parece estar últimamente en boca de todo el mundo son las dichosas Air Fryers. Seguro que tú también has oído hablar de estas “freidoras” que prometen cocinar todos tus alimentos sin una gota de aceite en aras de una comida más saludable. Por que en los tiempos del realfooding, quién podría decir que no a una buena bandeja de patatas fritas sin la culpabilidad añadida de haberlas bañado antes en aceite.

Pero bromas aparte, he podido probar durante varias semanas la última freidora sin aceite de Proscenic, y he empezado a entender mejor el boom de estos dispositivos. Es posible que haya que desmitificar algunas de las generosas loas que se pueden leer por ahí, pero también te voy a explicar cómo este pequeño electrodoméstico ha acabado conquistando mi cocina.

Un horno en miniatura
Por mucho que hayan recibido el sobrenombre de freidoras, estos dispositivos son un pequeño horno de convección, que por su tamaño y su método de calentar los alimentos de su interior permite que estos se doren de una forma muy similar a como si los frieses en una sartén. Y aquí llegamos a la primera gran pregunta que me hacía antes de probar una Air Fryer: ¿los alimentos saben igual?

Gran parte del éxito de las freidoras con aceite está en su tamaño. La Proscenic T22 es un pequeño cubo de 36,1 x 27,1 x 30,6 centímetros, lo cual hace que quepa perfectamente sobre cualquier encimera. En la cocina de mi diminuto piso de Madrid no hay espacio para un horno convencional. Ni siquiera tampoco para uno de esos hornos portátiles de sobremesa. Pero gracias al formato cúbico de la Proscenic T22, puedo guardarla en uno de los armarios de mi cocina y sacarla tan solo cuando la necesito.

Otra de las cosas que tendrías que mirar bien antes de elegir una o plantearte su compra, es la capacidad que tiene. Lo que deberías preguntarte aquí es para cuántas personas vas a cocinar. La Proscenic T22 tiene una capacidad de 5 litros, y creo que puede ser la cantidad justa si vas a preparar comida para dos personas (y quieres hacerlo todo en una única tanda). Siempre puedes llenar la cesta a reventar si tienes una de menor capacidad, pero los alimentos no se cocinarán uniformemente.

Y si tuviésemos que señalar una ventaja menos obvia —pero no menos imporante— de pasarse al mundo de las freidoras de aire es decir adiós a las manchas de aceite de tu cocina. Es cierto que muchas de las recetas todavía implican algo de aceite, pero toda la suciedad se condensa en el depósito de la freidora. Y gracias a que el depósito tiene las paredes recubiertas de teflón antiadherente, limpiarlo todo es pan comido. Además, si cuentas con un lavavajillas en casa puedes echarlo directamente ahí y despreocuparte por completo.

Funcionamiento simple y conciso
Hay que reconocer que manejar la Proscenic T22 no tiene mucho misterio. Basta con descargarte la app de Proscenic y conectarte por wifi a la freidora para tenerla operativa. Ésta viene con 11 programas preestablecidos para cocinar distintos alimentos, como patatas, verduras, alitas o incluso repostería. He probado varios de ellos y la verdad es que los resultados han rozado la perfección. Pero si estás siguiendo una receta más elaborada y no quieres apostar por ninguno de estos programas, siempre puedes seleccionar manualmente la temperatura y el tiempo de cocción.

También existen dos programas extra que nos permiten sacarle algo más de provecho a la freidora. Uno sirve para precalentarla —algo imprescindible para algunas recetas— y otro nos permite ‘mantener caliente’ el interior de la freidora, perfecto si vamos a cocinar varias tandas y no queremos que se vaya todo el calor o si queremos que lo que hemos cocinado se quede frío.

Una opción interesante de la Proscenic T22 es que puedes manejarla con sus botones físicos o a través de la app. Eso significa que puedes dejar todo listo y metido en la freidora, salir de casa, y ponerlo a hacerse cuando quieras para que esté cocinado cuando llegues. También existe la posibilidad de manejarla a través de asistentes de voz como Alexa o Google Assistant, pero creo que para la gran mayoría de usuarios será más cómodo hacerlo con los botones físicos o con la app.

Por último, también existe un apartado con recetas inteligentes. Lamentablemente, no he podido probarlo nunca porque la aplicación se cuelga cada vez que selecciono esta opción.

En resumen
Si algo he podido sacar en claro de mi primera experiencia con una freidora de aire, es su polivalencia. Lo mismo puedes cocinar simples ingredientes en ella—cebollas, berenjenas, patatas— para utilizarlos en otras recetas, que usarla para preparar elaborados platos de carne o pescado. Demonios, ¡hasta puedes adentrarte en el mundo de la repostería y ponerte a cocinar tartas o muffins con ella! Internet está plagado de recetas pensadas expresamente para Air Fryers, así que el límite lo pondrá tu habilidad para la cocina.

La Proscenic T22 ha demostrado ser una freidora de aire potente, fácil de usar y capaz de cocinar casi todo lo que le eches dentro. Y por ese precio, no se me ocurre ningún motivo para no recomendar su compra.

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